La vuelta al trabajo y tu salud digestiva

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Y otra vez vuelta a empezar… el colegio, el trabajo… ¡LA RUTINA! Es normal que cuando comemos fuera de casa, nuestra digestión se sienta afectada, mayor cantidad de gases o simplemente mayor pesadez. En Esther Roselló, entendemos que hay que estar sano por dentro, y por fuera… así que toma nota de estos consejos para ayudarte en la vuelta al día a día.

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Si comemos fuera, en el bar o restaurante cercano a nuestro trabajo, no sabemos los ingredientes exactos que usará el cocinero y puede que se usen especias o condimentos, que a nosotros no nos hacen ningún bien; sin embargo, si comemos de tupper, por norma, no calculamos las cantidades de la misma manera, además que hay numerosos estudios que predican que recalentar la comida al microondas no es lo más saludable.
Todo esto, podría dificultar el proceso digestivo y acarrearía molestias en el trabajo, ya que estar sentados 8 horas frente a una pantalla… no es de las posturas más cómodas para nuestro estómago. ¿Podemos mejorar esta situación? ¡CLARO QUE SÍ!

Procura mantener a raya el estrés. La vuelta al trabajo puede estar acompañada de estrés postvacacional, algo a evitar si no queremos causar disfunciones en el sistema digestivo y alterar el ritmo intestinal.

Adáptate a tu reloj biológico, a sus horarios y hábitos. Si respetamos esos tiempos se favorece la digestión, así que sé intransigente con dichos horarios para las diferentes comidas de la jornada.

Mide con un plato la cantidad de comida que metes en el tupper. No se calcula bien y se tiende a echar más cantidad de la que comeríamos es un plato, por lo que nuestro cuerpo tiene que trabajar más para superar una digestión más pesada.

La digestión comienza con el primer bocado. Mientras masticamos, la comida se mezcla con la saliva y eso facilita la digestión. Come despacio y mastica bien, marcará la diferencia entre una buena y mala digestión.

Añade fibra a tu dieta. La fibra mantiene el sistema digestivo en movimiento, pero para que funcione correctamente es necesario el consumo de líquido, por supuesto, agua. ¡Bebe mucha agua! Lo aconsejable es consumir de dos a tres litros diarios, y no consumir bebidas gaseosas, éstas producen gases e hinchazón.

Incluye probióticos en la dieta. Contiene microorganismos vivos que benefician la salud y mejoran la digestión.

Realizar ejercicio después de comer entorpece la digestión. No obstante, hacerlo a baja intensidad, acelera el metabolismo y hace más rápida las digestión.

Con estos consejos seguro que consigues estar mejor en tu puesto de trabajo, llevar así una mejor salud digestiva y la vuelta a la rutina.

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