Los primeros consejos que recibimos sobre maquillaje, pelo, piel, uñas (¡y más) fueron de ellas.
Aunque hay ocasiones en que quisieras que no fuera así, las madres tienen razón la mayoría de las veces. Sin duda, son de las personas más sabias que te puedes topar en tu vida y sus consejos se quedarán contigo siempre.
En cuestión de belleza, no se quedan atrás. Si te pones a pensar, el primer tip de belleza que recibiste seguro vino de tu mamá. Por eso, en este Día de la Madre, queremos hacer una lista de las mejores recomendaciones que aprendimos de ellas.
1. NO TE DUERMAS MAQUILLADA. Por más cansada que estés, debes retirar el maquillaje y limpiar tu piel por las noches. Esto te ayudará a eliminar impurezas y permitir que se regenere.
2. CEPÍLLATE EL PELO 3 VECES CADA DÍA. Aunque pueda parecer exagerado, es uno de los mejores consejos que madres y abuelas del siglo pasado podrían darte. Sobre todo, si estás preocupada por el brillo y la caída. ¿Qué tiene de bueno? Que estimula el riego sanguíneo del cuerpo cabelludo y consigue una distribución homogénea del sebo natural por todo el cabello. Eso sí, tienes que hacerlo siempre en seco, porque cuando el cabello está húmedo es mucho más frágil y quebradizo.
3. PONTE PROTECTOR SOLAR. Tú ya tenías medio cuerpo metido en el mar y tu madre te paraba en seco para untarte crema, ¿recuerdas? Si quieres evitar el envejecimiento prematuro de la piel, manchas y hasta enfermedades como el cáncer, lo mejor es que continúes haciendo caso. Recuerda utilizar un FPS adecuado a tu piel.
4. LA BELLEZA CUESTA. No es tarea fácil, pero vale la pena. Llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y hasta la higiene diaria son mantras que rigen nuestra vida desde pequeñas y que, sin duda, nuestras madres han ayudado a fomentar.
5. NO TE TOQUES LA CARA. Con esa orden, tu progenitora probablemente se refería a que no convirtieras esa pequeña espinilla en un estropicio total. Pero también al hecho de que tus manos están en contacto con gérmenes de todas partes las 24 horas del día. Piensa en las barandillas, los teléfonos, las monedas o los bolígrafos que han pasado por otras muchas personas antes de que tú las toques. Pues todos esos microbios pueden acabar en la piel de tu rostro si tienes la mala costumbre de pasarte las manos por él todo el tiempo sin lavarlas antes.
6. PIENSA EN TU FUTURO. Y no precisamente económico o profesional, aunque también les preocupa. De lo que se trata es de cuidarte ahora para no sufrir las consecuencias después. Invierte en tratamientos de calidad y aparta unos minutos de tu día para llevar a cabo tu rutina de belleza.
¿Los sigues poniendo en práctica?
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